jueves, 30 de agosto de 2012

¿Quién determina las clases sociales?


¿Quién determina  las clases sociales?

Cualquier persona  pensaría que dar respuesta a esta pregunta es fácil, podría lavarse las manos diciendo que es la sociedad quien determina el establecimiento de estas clasificaciones, pareciera que la decisión es externa al individuo sin embargo, olvida que el forma parte de esta sociedad. Por lo tanto son las decisiones de naturaleza inconsciente de cada una de las personas las que influyen en la determinación de estas clases sociales.

Existen divisiones sociales porque constantemente alimentamos ese pensamiento, muchas veces la población se doblega por pensar que no tienen derecho a opinar, y ese mismo pensamiento de pertenecer a cierto nivel social hace que permanezcan en donde se encuentra. En otras palabras, tal parece que la educación implícita que se recibe es el aprendizaje a funcionar como masa y no como un individuo pensante y con criterio propio, se suprime la individuación en aras de la masificación de las personas, de esta manera, los individuos se vuelven mucho más susceptibles y dóciles a la manipulación y al manejo por parte de aquellos que ocupan posiciones de poder.
Con el deseo de explicar más claramente este planteamiento, expongo a continuación la siguiente historia hipotética de un niño envuelto en una situación que favorece este aprendizaje: Un niño al que desde pequeño se le prohíbe opinar en público, posteriormente el niño pensara que no tiene derecho a hablar y al llegar a la escuela o colegio se muestra inhibido por los demás compañeros que si exponen sus argumentos con seguridad, no comprende porque lo hace, porque el no cuenta con la misma confianza que sus otros compañeros; busca respuestas y durante esta exploración interna descubre que no es que no tenga la capacidad para desenvolverse como los demás, por el contrario la razón de su inseguridad se debe a que los responsables de trabajar su salud mental no contaban con las herramientas para lograrlo, no había crecimiento en quienes lo dirigieron, crecimiento que después de un arduo trabajo el niño logro adquirir. El mensaje que recibe el niño podría ser el siguiente: “no cuestiones tus autoridades, no pienses mas allá de lo que se te ensena como deseable socialmente”

Así es nuestra sociedad, tendríamos que extraer al menos una parte de la población y tratar de trabajarle el pensamiento como lo haríamos con un niño, porque es cierto, son personas adultas las que manejan nuestra sociedad pero la mayoría mentalmente continúan siendo ese niño que necesita orientación, cuyo pensamiento creativo y critico ha sido inhibido y el resultado es lo que vemos en la actualidad: muchas personas con una actitud pasiva, dejándose llevar por el viento de las circunstancias.

Lamentablemente la diferencia de clases sociales puede jugar dos papeles en la vida de los individuos, claro que todo depende de la actitud que cada uno tenga por ejemplo; tenemos dos aspectos, la motivación y la desmotivación, para una persona  con conciencia de pertenecer a la clase alta podría sentirse motivada y seguir luchando por mantenerse en su imperio, si lo vemos del lado negativo, si existiera desmotivación en la conciencia de su clase probablemente este diría “no tengo nada porque luchar si lo tengo todo” y posteriormente decaería.

En el caso de una persona de escasos recursos se motiva a si misma al evaluar que cosas tienen que hacer para alcanzar una mejor vida, pero una persona que ha interiorizado el pensamiento de una clase baja que obviamente altera aspectos psicológicos en la personalidad del individuo, podría pensar “me quedo como estoy y si otras personas han sobrevivido así no seré la excepción”.

Dependerá del nivel de conciencia y madurez que tenga la persona para elegir el estilo de vida que quiere continuar. La metáfora anterior deja claro que para alcanzar un cambio hay que trabajar arduamente, reestructurar esquemas mentales, y llevar a la práctica los descubrimientos que se alcancen, a su vez manifiesta que no estamos obligados o atados a un pensamiento impuesto por otras personas en la medida en que alcancemos el crecimiento que genere despertar, nos iremos liberando de las cadenas que impiden ver la realidad y luchar por una vida en igualdad.